Cumplen transgénicos una década perdida

MARÍA DEL PILAR MARTÍNEZ

EL ECONOMISTA

Marzo 25, 2015

Al cumplirse una década de la promulgación de la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), que permitiría la experimentación y su posterior comercialización de productos transgénicos, se encuentran detenidos los 89 permisos que solicitaron grandes corporativos (Syngenta, Dupont Pioneer, Monsanto y DowAgroScience) para aplicar la biotecnología en productos como soya, algodón y maíz.

En entrevista, Alejandro Monteagudo, presidente ejecutivo y director general de AgroBio México (que agrupa a las empresas antes citadas), asegura que después de 10 años no es posible estar en el mismo lugar, pese a que se cuenta con toda una regulación para la siembra de transgénicos, “que llevó tres años de discusión en el Poder Legislativo, propició la participación de la Academia Mexicana de las Ciencias, del sector industrial, organización civil y gobierno federal para llegar a un instrumento que, si bien no es perfecto, se puede calificar de riguroso, desde el punto de vista científico”.

Aunado a lo anterior, en el 2008 se promulgó el Reglamento de la Ley de Bioseguridad; en el 2009 se expidió otro instrumento jurídico: el Régimen de Protección Especial de Maíz y, después de más de 11 años de moratoria que se vivieron de 1997 al 2009, se expidieron los primeros permisos para la siembra experimental de maíz genéticamente modificado .

Sin embargo, desde el 2013 se encuentran rezagados 89 permisos, situación que “lleva a México a estar en una contexto parecido a la moratoria, en donde prácticamente no se hizo investigación. En esta ocasión se debe a que hay, desde hace 18 meses, una restricción legal que impide a la Sagarpa y a la Semarnat resolver solicitudes para la siembra de maíz que serían utilizadas para cualquiera de las etapas que sigue este proceso: experimental, piloto y comercial”.

Lo anterior, a raíz de una demanda que en julio del 2013 interpuso un colectivo en defensa del maíz nacional, bajo el argumento de que hay riesgo de daño inminente al medio ambiente, que derivó en una “medida cautelar” girada por el Juzgado Federal XII de Distrito en Materia Civil, en el Distrito Federal.

Tras señalar que la ley “no es letra muerta en la industria”, Monteagudo sostuvo que hay una importante demanda de los productores nacionales por utilizar esta tecnología. “Y no sólo eso, incluso hay productores que están interesados en que se desarrolle biotecnología para la alfalfa transgénica, insumo forrajero”.

Pese a ello, los grandes corporativos que integran AgroBio mantienen su interés de inversión en México, no sólo para impulsar la biotecnología, pues también participan en negocios enfocados a la agricultura como desarrollo de semillas híbridas de diferentes granos (maíz, sorgo, soya, canola); el desarrollo de semillas vegetales, hortalizas y frutas; así como productos para la protección de cultivos.

Desde 1996 hasta el 2013, los cultivos biotecnológicos en el mundo han dado a los productores 133,000 millones de dólares.

Importaciones transgénicas

El directivo de AgroBio criticó fuertemente que existan “contradicciones sobre el consumo de maíz entre el que se importa y el que se siembra”, pues México debe erogar hasta 2,700 millones de dólares al año para traer el grano que “en su totalidad es transgénico”.

En un caso similar se encuentra la soya, pues nuestro país depende de 93% de las importaciones y éstas se hacen de EU, Canadá y Paraguay, en donde 100% de la producción es transgénica. “Y no se ha considerado que en México hay interés de los productores por sembrar soya en Chiapas y en la Huasteca”, expuso.

Camino atropellado

•    2005 Publicación de la Ley De Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

•    2008 Publicación del Reglamente de la Ley de Bioseguridad.

•    2009 Publicación y entrada en vigor del Régimen de Protección Especial del Maíz. Se presentan las primeras solicitudes y permisos para siembra experimental de maíz.

•    2010 Evaluación experimental de maíz genéticamente modificado.

•    2011-2012 Solicitudes y permisos para siembra de maíz en programa piloto.

•    2013 Un colectivo presenta una demanda en contra de la siembra de maíz transgénico y se dicta medida cautelar por parte del Juez Federal XII de Distrito en Materia Civil, en el Distrito Federal.

•    2014 Se mantienen 89 solicitudes en espera de ser aprobadas por la autoridad.

•    2015 No se han hecho nuevas solicitudes, ya sea para la fase experimental, piloto o comercial, dado el rezago de la autoridad.

Algodón, el más avanzado en transgénicos

Virtudes de cultivos, desaprovechadas

Los organismos genéticamente modificados son variedades de especies a las que se les han transferido alguna capacidad funcional mediante tecnologías de ingeniería genética, con el fin de mejorar su desempeño agrícola (ambiental, terapéutico, entre otros).

En el caso de la biotecnología agrícola se aplican técnicas de modificación genética para mejorar los cultivos y agregar a las plantas nuevas propiedades agronómicas tales como: la tolerancia a herbicidas, la resistencia a insectos plaga y la tolerancia a sequía, entre otras.

En general, a estas variedades mejoradas genéticamente se les conoce como transgénicos o cultivos biotecnológicos.

En ese sentido, se dice que los principales beneficiarios son los productores, ya que se logran disminuir las pérdidas por el ataque de malezas y enfermedades evitando el daño por insectos o virus, haciendo un uso más racional y enfocado de los agroquímicos.

Un caso de éxito “a medias” en el uso de esta tecnología es el algodón, pues la superficie cultivada ha aumentado progresivamente y 95% de los productores la han adoptado. Los beneficios económicos por la siembra de algodón, en las últimas dos décadas, ascienden a 180 millones de dólares.

pmartinez@eleconomista.com.mx

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