Sagarpa no ha emitido opinión sobre el impacto de transgénicos en Yucatán

Gobierno estatal buscó proteger a productores con declaración de zona libre

Angélica Enciso

Enviada

Periódico La Jornada

Lunes 7 de noviembre de 2016, p. 41

Ante el impacto del uso de semillas transgénicas de soya en cultivos tradicionales y la producción de miel en Yucatán desde hace cuatro años, se pidió la opinión técnica y científica a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y otros organismos, pero a la fecha no ha habido respuesta.

Frente a esta circunstancia se buscó proteger a los productores e impulsar la agroecología en el estado, por lo cual fue declarada zona libre de transgénicos, explicó Eduardo Batllori, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano estatal.

Aunque el cultivo comercial de soya transgénica no ha sido autorizado en Campeche –donde Monsanto y otras empresas buscan realizar estas siembras desde hace cuatro años–, se encontró que la miel que producen alrededor de 15 mil apicultores yucatecos tenía rastros de ese producto, lo cual afecta su comercio, ya que se comercializa en Europa como producto natural, detalló.

“Cuando en 2012 salió el tema y apareció en la miel la contaminación con transgénicos, muchas comunidades apícolas mayas alertaron, se estableció la coadyuvancia para apoyar a los apicultores en su solicitud de zonas libres de transgénicos. Son 10 comunidades, de igual número de municipios, las que hicieron esta petición, y el decreto se publicó en el Diario Oficial el 26 de octubre”, explicó.

Pero antes de ello, se hicieron estudios técnicos y científicos para determinar el impacto a los cultivos del estado en el uso de esos productos. Se enviaron a la Secretaría de Agricultura, para que mandara la información a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) y para que la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad diera su opinión; “desde 2012 esperamos la respuesta”, apuntó.

Explicó que aunque la facultad en esta materia compete a la Federación, de acuerdo con la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, se determinó avanzar en este plan para sentar un precedente. El objetivo, puntualizó el funcionario en entrevista, es impulsar la agricultura ecológica, proteger a la salud y el tema social.

Mencionó que 90 por ciento de la miel que se produce en el estado se exporta a Europa, donde los contratos fijan condiciones, como que dicho producto esté libre de químicos. Sin embargo, dijo, en muestras del dulce ya se detectó el polen de soya transgénica. “Hay una gran cantidad de productores que viven de la miel; la derrama económica es de 400 millones de pesos”.

Yucatán es vulnerable a la contaminación, hay un acuífero en el que ya se ha detectado la presencia de agroquímicos. y se busca incentivar las acciones de cultivos orgánicos, la investigación agroecológica para mejorar los sistemas de producción y minimizar el uso de herbicidas desde la siembra hasta la cosecha, e incentivar la milpa tradicional.

El colectivo de semillas Much’ Kanan I’inaj y el Consejo Regional Indígena Maya de Bacalar informaron que desde 2012 el gobierno federal autorizó a Monsanto la siembra comercial de soya transgénica en un polígono 253 mil 500 hectáreas, en Campeche y parte de Yucatán.

Los productores han presentado recursos jurídicos y se ordenó hacer una consulta entre los avicultores para reponer el procedimiento administrativo de permisos.

http://www.jornada.unam.mx/2016/11/07/sociedad/041n1soc