La batalla por el agua

15 de julio 2017

Los de Abajo

Mario Luna, secretario del gobierno tradicional de la tribu yaqui y ex preso político, no ha dejado de ser perseguido. El rechazo de la tribu sonorense al Acueducto Independencia sigue siendo el motivo principal del hostigamiento, que abarca de manera alarmante a integrantes de su familia. Desviar el agua del río Yaqui para destinarla a los empresarios de Hermosillo fue el objetivo de Guillermo Padrés Elías y ahora parece que lo es de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano.

Victoria Anahí Ochoa, compañera de Mario Luna Romero, vio cómo el pasado 27 de junio su auto se incendiaba en el patio de su casa ubicada en Vícam. La investigación arrojó que una o varias personas saltaron la barda, se introdujeron al patio y colocaron debajo del auto un dispositivo elaborado con una botella de vidrio cargada de gasolina, envuelta en ropa. La prendieron y se fueron. La familia logró controlar el incendio y Luna Romero reportó lo ocurrido al Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, al cual está adscrito, pero, como en 100 por ciento de los casos, esta disposición gubernamental no funcionó.

Las hostilidades y amenazas son doblemente alarmantes, pues además de ser una autoridad y líder moral de la tribu yaqui, también es miembro del Concejo Indígena de Gobierno que participará en las elecciones presidenciales teniendo como vocera a María de Jesús Patricio, razón por la que CNI repudió el ataque.

La lucha de la tribu contra el acueducto inició hace siete años, cuando el gobierno estatal anunció que se llevaría 75 millones de metros cúbicos de agua al año desde el río Yaqui hasta Hermosillo, lo que representa prácticamente la desaparición de este pueblo indígena. Luna Romero ha sido desde entonces una de las caras visibles de la defensa del agua. Justo días antes del nuevo hostigamiento a su domicilio, la tribu se opuso a que la Comisión Nacional del Agua realice una consulta fuera del territorio yaqui, pues esta iniciativa obstaculiza la posibilidad de una consulta previa, libre, informada y de buena fe.

Hombre de campo curtido en la defensa del territorio y en la lucha por los derechos y la cultura indígena, Mario Luna fue encarcelado en septiembre de 2014 por un delito que, como se pudo probar, no cometió. En aquél momento advirtió que el juego del gobierno es lograr que los pueblos pongan su esfuerzo en la lucha contra la represión, en lugar de centrarse en la lucha por los recursos. Fue liberado en 2015, pero la estrategia de arriba es la misma y la persecución persiste. La defensa de sus recursos naturales es la causa de la ofensiva contra los pueblos, por eso 2018 es su tiempo.

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