Denuncian wixárikas el despojos 100 hectáreas

Venta fantasma de tierras sagradas

Emir Olivares Alonso

Periódico La Jornada

Jueves 15 de febrero de 2018, p. 37

Ya no hay ceremonias, danzas ni cantos. Las ofrendas a la madre diosa del agua ya no llegan. Al menos ya no hasta el espacio que por siglos ha sido uno de los cinco centros ceremoniales sagrados de los wixárikas.

Hoy todo se queda en el mar. Desde hace varios años se les impide el paso a las tierras que llaman Tatei-Haramara, también conocidas como Isla del Rey, ubicadas frente a las costas de San Blas, Nayarit, y hasta las que se llega en lanchas. Les quieren arrebatar su milenario centro de culto.

En conferencia, representantes del Consejo de Tatei-Haramara de Nayarit denunciaron que en 2011 el entonces gobernador, el priísta Roberto Sandoval, aliado con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la autoridad municipal, vendieron esas sagradas tierras a dos empresas, al parecer fantasmas (Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey y Desarrollos Turísticos Haramara) para construir un desarrollo con hoteles de lujo, escalera náutica y hasta pista de aterrizaje.

Braulio Muñoz, miembro de ese Consejo, señaló que hoy día la gente wikáxira ya no puede llegar hasta esas tierras para rendir culto y entregar ofrendas a su diosa. Denunció que las autoridades, federales y estatales no cumplieron con el derecho a la consulta previa, libre e informada, reconocido en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas; en el Convenio 169 de la OIT, y en la Convención sobre la Diversidad Biológica, tratados internacionales que México firmó.

Daniel Muñoz, asesor legal de los denunciantes, informó que la semana pasada acudieron a Los Pinos para entregar un documento dirigido al titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, en el que solicitan su intervención a fin de que ese centro sagrado de ceremonia y cultura indígena sea resguardado.

Indicaron que las autoridades consultaron a comunidades huicholes de Durango, Jalisco y Zacatecas, pero los dueños de esos territorios somos los wixárika de Nayarit. Le pertenecieron a nuestros ancestros y hoy nos los quieren arrebatar. De las 100 hectáreas totales, sólo nos quieren dejar tres. Han emprendido un movimiento para defender sus tierras, siempre por la vía de la legalidad, creemos en el gobierno, por eso fuimos a Los Pinos.

http://www.jornada.unam.mx/2018/02/15/sociedad/037n2soc